3. Humanoides 1.Zhang Ha

Zhang Ha vive en pekin. El es chino pero no es como los demas. No le gusta escupir como si fuera a echar un pulmon, ni sacarse los mocos, ni tirarse pedos delante de nosotros como al resto de chinorris. Zhang ha es diferente, por eso tiene un coche diferente. Su coche no necesita velocimetro (la aguja no se mueve). Zhang Ha sabe la velocidad con solo mirarlo. Tampoco necesita bajar las ventanillas, porque puede abrir la puerta cada vez que hay que pagar un peaje y porque su coche no tiene ningun boton ni manivela para bajarla. Zhang Ha intenta tangarnos como los demas, pero lo hace por no sentirse raro. A zhang Ha hay algo que le gusta mucho, y es sorber el te mientras nos cuenta historias de cuando era niño en los arrozales de su barrio de pekin. Y nosotros sorbemos te con el porque sabemos que nos aprecia y nosotros a el.
Zhang Ha es un hombre instruido. Sabe decir mas de diez palabras en ingles, y hasta puede hacer alguna frase.
A Zhang Ha le gusta vestirse con polos como los que venden en los todo a 100 de espana. Y es que el se siente diferente. Por eso en su taxi solo se oye a whinie houston y la cancion de "say you, say me" una y otra vez. Zhang Ha tiene una oscura historia que contar, pero con su ingles no podemos entenderle, parece que aqui la ESO llego hace muchos mas años que en espana.
Zhang Ha es nuestro taxista, nuestro amigo y nuestro confidente, confidente de 10 palabras claro. Hoy nos ha llevado a la gran muralla. Lo conocimos por mi amiga Isa (Sasa segun el) que ya estuvo por aqui y nos escribio unas cuantas cosas en un papel que nos han sacado de mas de un apuro (gracias Sasa, si te sabes la historia oscura de Zhang cuentanosla aqui).
Con nosotros tambien ha venido otro grande. Dominik. Vaya tio. Es tan peculiar que merece otra entrada aparte, ya hablaremos de el mas adelante, o mejor no que el tio es poco conazo.
Al llegar a la muralla, insistimos a Zhang para que suba con nosotros. Nos explica algo que no entendemos. O bien esta triste porque sus primos tuvieron que construirla o bien le parecemos un poco gilipollicas por pegarnos 2 horas y media subiendo escaleras y chorreando sudor como buenos guiris que somos.
Estos chinos son la ostia. Por el camino como en casi todos los sitios insisten en hacerse fotos con nosotros. Los occidentales les llaman la atencion y quieren tener una foto nuestra para ponerla en el salon al lado de la de su tia de un pueblo de Shangai y acordarse de nosotros mientras comen arroz y ven humor amarillo en la tele.
Pero volvamos con Zhan Ha. Nos cobra 400 yuans. Con ese dinero podra arreglar el velocimetro y comprarse el diccionario chino-ingles que vio el otro dia en la tienda donde se compra los nikis. Pero antes tiene una sorpresa preparada. Al vernos bajar de la muralla con cara de haber visto a miles de fenicios acercarse, insiste en ir a tomar un te. Nos olemos la tangada. Nos lleva a una casa de te muy elegante donde nos explican los diferentes tipos de te que existen, mientras el se bebe 5 vasos de cada tipo.
Al final Zhang Ha no nos ha tangado. Nos lleva al hostel y se despide con carino, "bye bye" nos dice mientras abre la puerta porque, claro, la ventanilla no se puede bajar.
Publicado por: El Chani