21. TIKET A TIBET (y 3)

Que pereza me da este post, pero lo prometido es duda, asi que continuo con las aventuras de como llegar al Tibet. Nos habiamos quedado en que volabamos a Chengdu porque desde Pekin se habia puesto mu dificil la cosa, asi que decidimos viajar hasta una ciudad mas cercana al Tibet a ver si sonaba la flauta. Ya desde el aeropuerto probamos suerte en una agencia de viajes, pero la cosa quedo otra vez en mas llamadas y llamadas telefonicas (parece que en cada agencia sea la primera vez que vendan un tour al Tibet) y mas agua de borrajas, ya que no bajaban de 450 eurazos por barba.

Al final, caminando desde la parada donde nos dejo el bus del aeropuerto hacia el hotel que buscabamos, nos cruzamos con un tal Dave y su bar: el Dave's Oasis. El tal Dave es un tio muy majo que estudio Filosofia en la uni (mucho Confucio y poco Schopenhauer ya que es chino, pero no tanto zen como el Chefo), pero ya que la filosofia no da ni para arroz, lo dejo todo por el turismo y bien que le va, que no le hace falta salir en la lonely. Dave ofrece los mejores precios para entrar al Tibet, 300 euros cada uno, y sobre todo lo que queriamos nosotros, los dificilisimos billetes de tren. Nos ha explicado el truco de los billetes, con los que tanto trapicheo se llevaban en Pekin: resulta que muchas plazas estan reservadas para militares, por si en algun momento los tibetanos se ponen revoltosos y hay que ponerlos mirando al Potala. Pero si no hay problemas, y este tiempo la cosa ha estado mas tranquila, esos billetes acaban saliendo a la venta, normalmente en el mercado negro. Ademas, hablando hablando, nos hemos enterado de que el padre de Dave era militar, asi que encima tenemos a un agente con enchufe. Total, que nos los podria conseguir para diez dias despues, lo cual hara que nos entretengamos ese tiempo visitando la region (vease entrada numero 12) y conozcamos gente, como Cesar, un madrileno muy majo que se va a pegar cinco anazos trabajando por alli (y que nos da mucha envidia), y gracias al cual conocimos el ambiente nocturno de la ciudad.

[Esta senora intenta enviar a su hija al Tibet por paquete postal, tan dificil esta lo de los billetes de tren...]

No obstante, Raul insiste en consultar mas agencias... y gracias ha esta idea hemos conocido a Marlene, la china mas lenta del mundo: se toma una hora para explicarnos todo el tour (que ya nos sabemos de memoria ya que en todas partes ofrecen lo mismo: dos dias y media en Lhasa, otro dia de excursion al lago Namtso y tres-cuatro dias de viaje desde Lhasa hasta la frontera con Nepal, con chofer y guia), media hora mas para hacer la suma de los precios de cada cosa (una suma de seis sumandos), y veinte minutos mas para repasarla porque cree que se ha equivocado. Todo esto para no bajar de 450 y los billetes para dentro de un mes. Que penica nos ha dado.

Visto lo visto, nos decantamos por Dave. Conseguira los billetes, pero no en la clase que queriamos, la hard sleep, sino en otra mejor, la soft sleep. Bueno, solo tres billetes en soft y el cuarto en hard ("es que el mercado negro... ya sabeis"). Adivinad a quien le toco el malo.